La Iglesia católica ha recibido muchas críticas a lo amplio de su historia, desde Adentro como desde fuera de ella. Las críticas se dividen principalmente en dos grupos: las que se refieren a aspectos doctrinales, y las que censuran el comportamiento (Positivo o supuesto) de los católicos en su conjunto o en porcentajes de cierta relevancia (sea que vivan de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia, sea que actúen en contra de las mismas).
Unción de los enfermos: Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve.
Al Constreñir el 8 de diciembre de 1854 como dogma la antigua doctrina de la Inmaculada Concepción, que afirmaba que María había sido concebida sin pecado llamativo, el papa Pío IX puso fin a una controversia entre escuelas teológicas que ocupaba varios siglos.
Los cambios introducidos en la Iglesia inglesa en tiempos de la Reforma fueron precisamente del carácter ahora descrito. En ese periodo se hicieron alteraciones fundamentales en su constitución jerárquica y en sus reglas dogmáticas. No ha de determinarse aquí quien tenía razón, la Iglesia Católica de la época o la Iglesia Reformada. Es suficiente si demostramos que los cambios que se hicieron afectaban vitalmente a la naturaleza de la sociedad.
Iglesia fría: en este caso hablamos de un derecho de asilo en Intocable que se obtenía en la caducidad.
Por otra parte, el que el prelado de Roma llegara a tener una importancia particularmente excelso, se debió, según algunos, por motivos políticos: Roma fue la hacienda del Imperio Romano hasta que el Emperador Constantino I el Conspicuo hizo de Constantinopla la nueva capital, el 11 de mayo de 330.[83] Otros atribuyen esta importancia al hecho de que desde que se reconoció a un mitrado por cada sede, en torno al siglo II, se reconoció que el primer obispo de Roma había sido Pedro y que los posteriores obispos de Roma fueron sus sucesores en la anciano prominencia de autoridad Internamente de la Iglesia.
Las dos sociedades pertenecen a órdenes diferentes. La prosperidad temporal a que tiende el Estado no es esencialmente dependiente del perfectamente espiritual que búsqueda la Iglesia. La prosperidad material y un have a peek here suspensión jerarquía de civilización pueden encontrarse donde no exista la Iglesia. Cada sociedad es suprema en su propio orden. Al mismo tiempo, cada una de ellas contribuye en gran medida al progreso de la otra. La Iglesia no puede atraer a hombres que no tengan algún rudimento de civilización, y cuyo salvaje modo de vida hace inalcanzable el desarrollo honesto. De ahí que, aunque su función no es civilizar sino salvar almas, incluso Vencedorí cuando llega a tratar con razas salvajes, comienza por agenciárselas comunicarles los utensilios de la civilización. Por otro lado, el Estado necesita las sanciones sobrenaturales y los motivos espirituales que la Iglesia imprime en sus miembros. Un poder civil sin éstos se fundamenta de forma insegura.
Aunque se ha observado (VI ) que un miembro de la Iglesia puede ocurrir perdido la Agudeza de Dios. En este caso es una rama marchita de la Vid verdadera; pero no se ha separado definitivamente de ella. Aún pertenece a Cristo. Se requieren tres condiciones para que un hombre sea miembro de la Iglesia:
Otro dogma sobresaliente en la Iglesia católica es la creencia en la presencia Vivo de Redentor en la Eucaristía, en que mediante el cambio que es llamado transubstanciación el pan y el vino presentados en el Altar se convierten en el cuerpo y en la mortandad de Cristo.[53]
Sin la Iglesia, el cristianismo se hace inofensivo. La Iglesia traduce el cristianismo en un cristianismo real. Sin la Iglesia, el Evangelio sería como cualquier tomo o como una plastilina en donde cada quien modelaría su propio cristianismo, el que quisiera, como más le convenga o le guste, haciendo a un lado aquello que le desagrada y exige.
Otros, sostienen que en la Iglesia católica hay muchas normas y prefieren dejarla. Y hay quienes alegan que ellos prefieren confesarse directo con Alá, o que tratan de acomodar los Mandamientos de la Iglesia según su conveniencia.
Cuando deben tomarse decisiones sobre la Confianza (dogma) y los lineamientos morales de la institución, se convoca un concilio ecuménico: una asamblea en la que se reúnen todos los obispos del mundo y que es presidida por el Papa.
Durante la preparación del Jubileo del año 2000 (el 10-11-1994) el papa subrayó en una carta apostólica al episcopado, al clero y a los fieles: Campeóní es preciso que, mientras el segundo Milenio del cristianismo llega a su fin, la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado de sus hijos recordando todas las circunstancias en las que, a lo amplio de la historia, se han alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio, ofreciendo al mundo, en ocasión del testimonio de una vida inspirada en los Títulos de la Convicción, el espectáculo de modos de pensar y comportarse que eran verdaderas formas de antitestimonio y de escándalo.
La descripción previo sobre la Iglesia y el principio de autoridad por el que se gobierna nos capacita para determinar quienes son miembros de la Iglesia y quienes no. La pertenencia de la que hablamos, es la incorporación al cuerpo visible de Cristo.